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TERMOS PROFESIONALES Y CHOCOLATERAS INDUSTRIALES

Los termos y chocolateras son equipos eléctricos diseñados para mantener líquidos calientes con una temperatura constante y segura. Ambos destacan por su aislamiento térmico y su sistema de calentamiento, que puede ser directo mediante resistencias o por baño maría, un método más suave que distribuye el calor a través del agua contenida en una doble pared. Tanto en buffets de hotel como en cafeterías o puestos de feria, los termos y chocolateras son aliados imprescindibles: aportan comodidad, estabilidad de servicio y una presentación limpia y profesional. Elegir el sistema de calentamiento adecuado marcará la diferencia entre un uso ocasional y un rendimiento óptimo para servicio continuo.

TERMOS ELÉCTRICOS PROFESIONALES

El termo eléctrico de hostelería está pensado exclusivamente para calentar y conservar líquidos como agua, leche o caldos ligeros. Su construcción, generalmente en acero inoxidable, garantiza durabilidad, higiene y fácil limpieza. El calentamiento por baño maría evita que el líquido se queme en la base y mantiene una temperatura uniforme. Suelen alcanzar entre 85 y 90 °C, la temperatura ideal para infusiones o bebidas calientes sin que lleguen a hervir. Están disponibles en capacidades que van de los 3 a los 20 litros, y algunos modelos incluyen doble cuerpo independiente, perfecto para hoteles o buffets donde se sirven distintos líquidos a la vez. Incorporan visor de nivel, grifo dispensador y, en algunos casos, grifo de vaciado del baño maría. Son máquinas monofásicas con potencias que oscilan entre 1 kW y 3 kW según el tamaño.

Por su parte, la chocolatera profesional mantiene el chocolate caliente o incluso permite elaborarlo directamente en la cuba. Puede funcionar por calentamiento directo, más rápido pero con riesgo de requemar el producto, o mediante baño maría, que ofrece un calentamiento más lento, pero uniforme y seguro. Suelen disponer de aspas interiores que mantienen el chocolate en movimiento constante para evitar grumos y preservar su textura cremosa. Los modelos más pequeños ofrecen unos 3 litros de capacidad, mientras que los industriales pueden alcanzar hasta 40 litros. Algunos fabricantes diferencian el tipo de grifo según la densidad del chocolate: uno más amplio para mezclas espesas y otro más fino para versiones más líquidas. El tipo de chocolate a utilizar depende del resultado que se busque. El chocolate en tableta es ideal para un acabado más artesanal y con cuerpo, mientras que el chocolate en polvo, más fácil de disolver, resulta perfecto para elaboraciones rápidas y consistentes. Las chocolateras, al igual que los termos, son eléctricas y monofásicas, con potencias que rondan entre 1 kW y 3 kW.

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